Rango = Santo de Bronce - Fénix
Edad = 15 años
Signo = Leo
Fecha de Nacimiento = 15 de Agosto de 1971
Lugar de Nacimiento = Japón
Lugar de Entrenamiento = Isla de la Reina Muerte
Maestro = Guilty, el Santo del Diablo
Técnicas
Regeneración = No es un ataque en sí, más bien es una habilidad que posee la Armadura del Fénix. Ésta es capaz de regenerase por sí misma desde sus cenizas, tras ser dañada o destruida por completo, lo que al parecer también protege a su portador, quien puede regresar cuantas veces sea necesario y con un poder aún mayor.
Plumas = Estas vienen en la espalda de la Armadura del Fénix. Cuando Ikki llega al campo de batalla, acostumbra a lanzar algunas de ellas a sus adversarios, hiriéndolos levemente. Éstas son incluso capaces de traspasar una Armadura de Oro, como sucedió en el combate con Shaka.
Puño Fantasma = Es un ataque mental e ilusorio. Se realiza con el puño o dedo índice, para golpear el cerebro del oponente y producirle una horrible pesadilla, la que le destruirá tanto los nervios, como el Alma. También es posible utilizarlo para conocer el pasado, ya que puede remover los recuerdos más profundos.
Alas Ardientes = Es el ataque más poderoso de Ikki. Para esto, crea una especie de Tormenta en llamas con su Cosmos, la que es capaz de destruir por completo los alrededores y atrapar a su enemigo en medio, para finalmente darle un poderoso golpe, con el que puede llegar a destrozarlo por completo.
Ikki, es un Santo solitario y decidido que no duda en acabar con sus enemigos, sea quien sea. Realizó su entrenamiento en la Isla de la Reina Muerte, que en un comienzo le correspondía a su hermano Shun, a quien decidió reemplazar por lo peligroso del lugar, ya que era considerado un Infierno en la tierra.
La primera aparición de Ikki es en el Torneo Galáctico, donde derrota a Nachi del Lobo, gracias a su Puño Fantasma, para luego robar la Armadura Dorada de Sagitario junto a sus Santos Negros, lo que sorprende a su hermano y amigos.
Durante el rescate de la Armadura por parte de los demás Santos de Bronce, Ikki, vence a Hyoga, clavándole su puño en el pecho, ya que conocía las técnicas de éste, gracias al Cisne Negro, quien le envió sus conocimientos antes de morir. Más tarde, vuelve a enfrentar al Cisne, pero esta vez es superado, aunque logra recuperarse y acaba a los 4 Santos de Bronce. Sin embargo, es finalmente vencido por Seiya, quien recibe la ayuda de la Armadura de Oro, el Escudo del Dragón, la Cadena de Andrómeda y el Polvo de Diamante.
Luego de ser derrotado, éste se arrepiente y cuenta a sus compañeros, lo cruel que fue su entrenamiento en la Isla de la Reina Muerte, donde tuvo que matar a su propio Maestro para conseguir la Armadura de Bronce. La aparición de Docrates interrumpe la charla y el Fénix, se sacrifica para vencer momentáneamente al enemigo, terminando bajo un montón de rocas y aparentemente muerto. Vuelve a aparecer cuando Shun está siendo vencido por el Santo de la Llama, ya que la gran cantidad de fuego en el lugar, lo ha revivido como si fuese un verdadero Fénix. Tras esto, salva a su hermano y acaba con el enemigo fácilmente, usando su Puño Fantasma.
Ikki, no tiene mucha más participación debido a que prefiere mantenerse solitario, ya que dice no ser una persona que se mueva en grupo. Esto, hasta que ayuda a rescatar a Athena de las manos de Dante y Capella, dos Santos de Plata, que intentaban llevársela al Santuario por órdenes del Patriarca. Allí derrota a Capella, quien termina cortándose con sus propios Discos, al estar confundido por las Ilusiones del Fénix. Luego, Ikki, deja el lugar de la batalla confiando en que Shun eliminará a Dante.
Ya en la Batalla de las 12 Casas, despierta temporalmente e interfiere en la concentración de Saga, para así poder ayudar a Shun en el Templo de Géminis, antes de que éste caiga en la Otra Dimensión del Santo de Oro. Sin embargo, vuelve a dormirse en el Volcán de la Isla Kanon, para recuperar sus heridas y fortalecer su Armadura -en el Manga, lo hace para sanar el brazo que Hyoga le congeló, siendo el propio Cisne quien le aconseja que vaya a ese lugar-.
Luego de sanar sus heridas, Ikki, enfrenta a 2 discípulos de Shaka –sólo en el Anime-, a los que derrota una vez que Athena bloquea el Cosmos del Santo de Oro, quien ayudaba a sus alumnos inmovilizando al Fénix. Reaparece en el Templo de Virgo, donde vuelve a enfrentar a Shaka, e impedir que éste acabe con los demás Santos de Bronce, incluyendo a su hermano. Ikki es ampliamente superado por su rival y sus técnicas son inutilizadas una a una, e incluso, le son regresadas. Ante esto, el Fénix cae, por decisión propia, en el Tesoro del Cielo de su adversario, engañándolo y dejándose privar de sus 6 Sentidos, para de esa forma, superar el Cosmos del Santo de Oro. Debido a este incremento en su Cosmos, logra llevar a su enemigo a un lugar donde no existe el Tiempo ni el Espacio, sacrificando su vida, pero permitiendo a Shun y los demás seguir su camino.
Ikki, regresa al Templo de Virgo junto a Shaka, gracias a la ayuda de Mu. Allí le son restaurados sus Sentidos y su Armadura renace nuevamente de las cenizas –en el Manga adquiere la forma usada en la Saga de Poseidón-. De esta manera, va directamente a los Aposentos del Patriarca para ayudar a Seiya –en el Manga conversa con sus compañeros caídos en los Templos de Capricornio, Acuario y Piscis-. Ya en aquel lugar, se queda a luchar contra Saga, cubriendo en todo momento al Pegaso, mientras éste va por el Escudo de Athena que está en el Templo de la Diosa. Una vez logrado el objetivo, el Fénix es derrotado y privado de sus 5 Sentidos –en el Manga su cuerpo es pulverizado por el ataque de Saga-. Ikki, aparecerá finalmente en el Templo de Athena para brindar su Cosmos a Seiya.
En la Saga de Asgard, llega para salvar la vida de Shun, quien estaba a punto de morir a manos de Mime de Benetnasch. Ikki le hace frente a este poderoso Dios Guerrero, pero es superado tanto en poder como en velocidad. Aún así, logra que su enemigo reconozca el cariño que sentía hacia su padre adoptivo, a quien mató cuando era un niño, consiguiendo revertir la situación a su favor. El Fénix anula el Réquiem de Cuerdas de Mime, rompe su Lira y lo derrota en un último intercambio de golpes, sin Armaduras de por medio. Tras esto, Ikki, cae inconsciente luego de que Shun se retire del lugar, llevando consigo el Zafiro de Odín.
Vuelve a aparecer para proteger a Shun y Shaina, de las manos de Bud de Alcor, el gemelo de Zeta, quien se ocultaba entre las sombras para poder ocupar el lugar de Syd, una vez que éste fuese derrotado. La desventaja del Fénix es notoria, sin embargo, sus palabras terminan por convencer a Bud, quien reconoce que en el fondo deseaba proteger a su hermano. Debido a ello, se retira del campo de batalla, llevando en sus brazos el cuerpo de su gemelo y permitiendo que los Santos de Bronce sigan adelante. Más tarde, enfrenta a Siegfried de Dubhe, el más poderoso Dios Guerrero, pero nada puede hacer contra él y es vencido rápidamente, en un pequeño combate de alta velocidad y poder. Finalmente, protege a Seiya de la Lanza de Hilda, la que es clavada en su estómago.
En la Saga de Poseidón, nuevamente salva a su hermano Shun, esta vez de Kassa de Lymnades, el Guardián del Pilar del Océano Antártico. La lucha es desigual, Ikki supera ampliamente el poder del General Marino, quien a pesar de su habilidad de convertirse en el ser más preciado de sus víctimas –se transforma en Shun-, no logra engañar al Fénix, por lo que cae derrotado fácilmente y sin remordimientos. A pesar de ello, Kassa, muere feliz al descubrir el punto débil del Santo de Bronce, la fallecida Esmeralda. Ikki termina derribando el Pilar con la Lanza de la Armadura de Libra.
Tras dirigirse directamente al Santuario de Poseidón, debe hacer frente al Dragón Marino, quien abandonó su Pilar para detener al Fénix. Allí se descubre que este General Marino es en realidad el hermano gemelo de Saga de Géminis, Kanon, quien termina por enviar a Ikki, a una extraña dimensión con su Triángulo Dorado. Sin embargo, la lucha es retomada en el Atlántico Norte, en donde el Santo de Bronce vuelve a aparecer tras liberarse del ataque de su enemigo. Finalmente, el Fénix descubre la verdad, Poseidón está siendo manipulado por Kanon, quien es el verdadero causante de la Guerra Santa. Esto provoca que no desee luchar más, al considerar indigno a su rival, terminando por derribar el Pilar con uno de los Escudos de la Armadura de Libra.
En la Saga de Hades, se mantiene al margen de la batalla. Sabe que en un inicio, los Santos de Bronce nada pueden hacer y sólo espera su oportunidad, para ayudar cuando realmente sea necesario.
Ya en el Infierno vuelve a aparecer, esta vez en la Quinta Prisión, donde ayuda a Kanon, quien estaba siendo atacado por los 3 Kyotos de Hades. Es aquí, cuando Ikki se enfrenta a uno de ellos, Aiacos de Garuda. El combate es parejo y ambos se golpean mutuamente. En un inicio, el Espectro es más veloz, pero la ventaja pasa rápidamente al lado del Fénix, ya que el mismo ataque no funciona dos veces contra un Santo. Debido a esto, es que termina acabando sin mayores problemas con este poderoso enemigo.
Luego de su victoria, es teletransportado hasta Giudecca por petición de Hades. Al ver que el Alma del Dios se ha apoderado del cuerpo de Shun, decide luchar y acabar con él, ya que comprende que su hermano desea sacrificarse para poner fin a la Guerra Santa. Sin embargo, los ataques de Ikki son inútiles y cuando Hades está a punto de derrotarlo, Andrómeda recupera el control sobre su cuerpo, dándole una chance al Fénix, el que finalmente se niega a matarlo, por lo que es vencido y lanzado a Cocytos. Allí se libera gracias al Cosmos de Athena y llega al Muro de los Lamentos, donde es interceptado por Pandora, quien le entrega su Collar para que pueda cruzar sin problemas. Ella lo hace para que vengue la muerte de toda su familia, ya que por fin comprendió que el Dios fue el causante de sus muertes. Tras esto, Ikki, acaba con los últimos Espectros y deja el Rosario de Shaka junto al cadáver de Pandora.
Dentro de los Campos Elíseos, se enfrenta a Thanatos, Dios de la Muerte, logrando romper su Diadema, lo que le permite ser reconocido como el más fuerte, debido a tal hazaña. Aún así, Ikki es vencido con facilidad al igual que sus compañeros. Luego intenta detener a Hypnos, Dios del Sueño, para permitir a Seiya ir frente a Hades, pero Shun, decide quedarse a luchar contra aquel Dios, pidiendo a su hermano ir en ayuda de Pegaso. Una vez frente al Dios del Infierno, obtiene su Kamui, ya que accidentalmente toca la sangre de Athena, que brotaba del Jarrón donde estaba prisionera, pero esto de nada sirve y termina cayendo ante el enorme poder de Hades. Finalmente, ayuda con su Cosmos a que Athena clave su Báculo en el pecho del Dios.
En el Tenkai-Hen, junto a Shun, luchan contra Theseus, uno de los Ángeles de Artemis. La diferencia entre sus poderes es notoria y ambos hermanos son vencidos. Sin embargo, heredando la voluntad de los Santos de Oro, vuelven a ponerse de pie. Esta vez, mientras Shun distrae al enemigo, Ikki, se encarga de darle el golpe final, pulverizándolo por completo.
Ikki, aparece también en las 4 primeras Películas u Ovas...
En la Película de Eris, salva a Shun, de las cuerdas de Orpheus, para luego acabarlo con suma facilidad, aún cuando en un inicio, el Ghost Five había anulado su Puño Fantasma. Luego de esto, se dirige donde la Diosa de la Discordia, teniendo que luchar contra Orión. Ambos son muy fuertes y la pelea es pareja, pero Ikki finalmente termina cediendo y es derrotado.
En la Película de Dorbal, protege a su Shun, de Ullr, un Guerrero Divino, a quien derrota nada más llegar al campo de batalla. También hace frente a Runng, al que engaña con sus Ilusiones, logrando que él mismo sea quien se hiera de muerte. Sin embargo, cuando intenta rescatar a Shun de un acantilado, es atacado por el propio Runng, lo que hace que todos caigan al vacío y los hermanos salven sus vidas gracias a las Cadenas de Andrómeda.
En la Película de Abel, ayuda a Shun, quitándole la Rosa Blanca que Afrodita clavó en su pecho, para luego vencer fácilmente al Santo de Oro -que había sido revivido por Abel-, al confundirlo con sus Ilusiones y hacer que clavara una rosa en su propio pecho. Luego, es atacado a traición por Berenike, un Guerrero de la Corona, cayendo vencido junto a Andrómeda.
En la Película de Lucifer, impide que Eligor, un Ángel Caído, tome la vida de su hermano, para luego eliminarlo con suma facilidad. Tras dejar abandonado a Shun, llega frente a Lucifer e intenta rescatar a Athena del camino de espinas, pero le es imposible y termina siendo derrotado por Belzebuth.