Sin saber lo que le esperaba, esta muchacha sería corrompida por el poder del Anillo de los Nibelungos (más tarde se descubriría la influencia de Poseidón en todo este asunto). Bajo promesa de levantar el maltrecho Reino de Odín y escondida en la mentira de que Athena y sus Santos se oponen al plan, la parte oscura de esta Valkiria despertaría. Con la determinación de llevar a cabo dichos planes, esta chica llamaría a los Dioses Guerreros de ese Reino, que gracias al poder del Anillo podrían vestir los Legendarios Mantos Divinos.
Abandonando su deber de mantener los Hielos Perpetuos, estos comenzarían a derretirse, poniendo en peligro a la humanidad. Después de esto, Athena recibiría un primer aviso por parte de Syd, el cual ha derrotado a Aldebaran en una visita al Santuario. La resistencia de este Guerrero del Norte sería alta, pero la presencia de nuestros héroes, los Santos de Bronce, le obligaría a retirarse. La advertencia estaba echada, ahora, el objetivo es Asgard.
Hasta allí se adelantaría Hyoga, cayendo prisionero de los secuaces de la regente. A pesar de eso, sería liberado por la hermana pequeña de ésta (llamada Flare), la cual ha visto que algo no iba bien con Hilda. Tras ese incidente, los dos jóvenes se reunirían con Athena, Seiya y Shun; oyendo del Santo del Cisne como el descuido de su ahora enemiga, amenaza con destruirlo todo. A ese hecho habría que sumar la oposición de la regente del Reino y sus seguidores, los cuales le retarían a una lucha que determinaría el futuro del mundo. Mientras esto suceda, Saori (que se quedaría en compañía de Flare y Kiki) frenaría momentáneamente el deshielo, dando tiempo a sus amigos de tratar de vencer a los peligrosos Guerreros Nórdicos.
Con el tiempo justo, debido al frío reinante que causaría la muerte de la Reencarnada Athena en pocas horas, los Santos de Bronce se enfrentarían en primer lugar al gigantesco Tholl de Phecda Gamma. La Batalla comenzaría, dando paso a un duro combate, que mostraría a nuestros amigos que el poder de sus enemigos viene de los Zafiros que tienen en cada una de sus Armaduras, ya que esas piedras les dan poder proveniente de Odín, aunque en este caso también el corrompido Anillo de los Nibelungos. Con ello, la verdadera misión de nuestros héroes sería conseguir las 7 piedras y llegar hasta Hilda, para derrotarla con el poder de Odín. Aclarado el asunto, los Santos de Bronce se separarán para intentar llegar antes al Palacio de la muchacha.
El Guerrero Phenril sería el siguiente adversario, enfrentándose a Shiryu en un espectacular combate que dejaría al Santo del Dragón al borde de la muerte, pero con la victoria asegurada y un nuevo Zafiro de Odín en poder del bando de Athena.
Hyoga y el ardiente Hagen, serían los siguientes en luchar. Sumido en la rabia de creer que el Santo del Cisne se interpone en su amor con Flare, este Dios Guerreros llevaría a su oponente a un lugar propicio para sus habilidades. Allí, este bravo luchador vería como Flare haría acto de presencia para parar el combate, encendiendo aún más su ira. Al final, este Guerrero del Norte sería derrotado, siendo motivo de pena para la pobre Flare.
Pero, no habría tiempo para lamentos, prosiguiendo la lucha con el combate entre Shun y Mime. Utilizando sus poderes Ilusorios el enemigo del Santo de Andrómeda intentaría sembrar de dudas su cabeza, sirviéndose del odio a la violencia innecesaria, que Shun siempre ha tenido. Pero no caería en la trampa luchando hasta la extenuación, aunque esto sería en vano, estando a punto de morir a manos de las afiladas cuerdas de Mime. Sólo le salvaría la aparición de Ikki, que gracias a su Genma Ken haría enfurecer al tranquilo Dios Guerrero (que se daría cuenta de que él había matado a su padre equivocadamente). Viendo que había actuado mal, Mime, lucharía contra Ikki sin su Armadura, cayendo con honor. Shun proseguiría su camino, dejando a su hermano descansar.
Alberich, el terrible Dios Guerrero de la Amatista se convertiría en el siguiente adversario de nuestros amigos, siendo Seiya el que se enfrente a él. Convencido de ser el más fuerte de los Guerreros Sagrados tendría la suerte de poder capturar a Marin, sellándola en un Ataúd de Amatista que le drenaría la vida poco a poco. Con este as en la manga, propondría cambiar a Marin por los Zafiros (que pretendía reunir para desbancar a Hilda y convertirse en el Gobernante del mundo), y se iniciaría una lucha que terminaría con el Santo de Pegaso en otro Ataúd de Amatista. Sería entonces el turno de Hyoga, el cual libraría un combate violento que casi acaba con él, en otro Ataúd de Amatista, pero la intervención de un recuperado Shiryu (que había escalado un acantilado después de derrotar a Phenril) lo evitaría. De nuevo, otra terrible Batalla comenzaría, terminando esta vez de forma feliz, pero dejando a Shiryu exhausto del todo.
Con la derrota de ese temible sirviente de Hilda, el turno pasaría al poderoso Syd. Su adversario esta vez sería Shun, dejando que Hyoga y Seiya fueran hasta la Estatua de Odín. Esta lucha se revelaría desigual puesto que este Guerrero Sagrado contaría con un as en la manga, la ayuda de su hermano gemelo Bud (que apreciaba poco a Syd ya que fue abandonado en un bosque por sus padres, por ser el menor). Con esa dificultad añadida, el Santo de Andrómeda contaría con el auxilio de Shaina, aunque no sería hasta la aparición de Ikki que se lograrían la victoria. Gracias al poderoso ataque del Fénix, Bud vería la luz y por fin se daría cuenta del valor que tenía el poseer un hermano, abandonando la lucha y dirigiéndose con el cuerpo de Syd hacia el bosque, en donde moriría congelado.
Ahora, sólo quedaría Siegfried, que duda de Hilda, aunque mientras nada demuestre lo contrario seguirá siéndole fiel. Por ello, no tendría más remedio que hacer frente a los defensores de Athena en la plaza del Palacio que daba a la Estatua de Odín, dando lugar a una tremenda lucha que se decidiría a favor de Seiya (ayudado por el Cosmo de sus amigos). Malherido, el noble Guerrero Nórdico se daría cuenta de la verdad al hacer acto de presencia Sorrento, uno de los Generales Marinos de Poseidón.
La revelación por parte de ese personaje de que todo formaba parte de un plan urdido por el Señor del Mar para eliminar a Athena y el Santuario, enojaría a Siegfried, el cual decidiría sacrificar su vida para liberar a Hilda del hechizo. Del mismo modo que había hecho Shiryu contra Shura, este muchacho se llevaría con él al General Marino. Sin tiempo para lamentarse, nuestros héroes tendrían que combatir a Hilda, que caería ante un Seiya vistiendo la Armadura de Odín. Destruido el Anillo de los Nibelungos, todo volvería a la normalidad aunque no por mucho tiempo ya que una enorme ola arrojaría a nuestros amigos, haciendo desaparecer a su paso a Saori.
Capitulos:
074 - Enemigos Del Polo Norte
075 - Hilda, La Diosa Encantada Por El Diablo
076 - El Cosmos De Tohl Esta Lleno De Odio
077 - Tohl Muere Por Hilda
078 - Penril, El Lobo Del Norte Muestra Sus Colmillos
079 - Pobres Lobos Del Norte
080 - Lamentos En Los Hielos
081 - La Batallas Mortal De Fler
082 - Cisne, Elevata Del Infierno Hirviente
083 - Arpa Misteriosa, Preludio Intenta Enviar A Shun A La Muerte
084 - Condenado A Muerte, Requiem De Cuerdas
085 - Un Guerrero Triste Y Valeroso
086 - Fenix Y Sus Alas Ardientes
087 - La Coraza Amatista
088 - La Espada De Fuego, La Ambicion Maligna
089 - El Sacrificio Al Mal, El Bosque De Los Espiritus
090 - No Veas Hacia Atras Seiya, La Cosmo Energia Del Dragon Naciente
091 - Quema Tu Cosmo Energia Shun, El Secreto Oculto Del Colmillos Negro
092 - Shun, Gira Tu Ultimo Vapor Nebuloso
093 - Bud, Los Gemelos Del Destino
094 - Lazos Entre Hermanos
095 - El Heroe De La Leyenda Ha Revivido
096 - Dragón Contra Dragón, Una Oportunidad En Cien Mil
097 - Un Brujo Del Mal, La Cancion De La Muerte
098 - La Milagrosa Aparicion De La Armadura De Odin
099 - Atena Mi Oracion Eterna Por Ti
